Hacer la Primera Comunión es una de las decisiones más importantes que deben tomar los niños y niñas, junto con sus padres en sus primeros años.
Los padres cristianos, a través del bautismo cuando los peques son más bebés, realizan el sacramento del cristianismo. Esto simboliza su entrada en la Iglesia cristiana y se celebra como la llegada de una nueva vida. Así es como se inicia el paso de los niños y niñas en el Cristianismo.
Sin embargo, consideramos que la Primera Comunión es el primer acercamiento de los niños con la religión cristiana. El motivo principal es que ahora son plenamente conscientes de ello. Son ellos quienes toman la decisión de continuar este viaje a través de la comunión.
Para ello, pasan entre uno y dos años asistiendo a catequesis. Tardes que comparten con los amigos y amigos donde aprenden nuevos valores y conocen en qué consiste hacer la Primera Comunión y la comunidad cristiana.
Las niñas y niños de entre 8 y 10 que desean hacer su Primera Comunión pasan todo este tiempo pensando en ella. Cómo será ese día, junto a quiénes lo celebrarán, cómo será su vestido de Comunión, se quedarán en blanco cuando le toque cantar…
Las mamás y los papás tienen un papel muy importante que realizar en este tiempo. Se trata de escuchar a sus hijos y mantenerse a su lado para que pierdan ese nerviosismo que siempre suele entrar cuando llega el día.
Su Primera Comunión con Santa Marta Ceremonias
Pero, además, todos queremos darle lo mejor a nuestros hijos, que tengan el mejor día de su vida y su Primera Comunión se mantenga en el recuerdo como algo memorable. Aquí es donde Santa Marta Ceremonias puede ayudarte.
Nuestro propósito es conseguir que tu pequeña brille en cada paso que dé. Pero no solo por lo preciosa que esté, sino por la felicidad contenida que sienta. Su Primera Comunión es un regalo que le hacéis para guiarlos en el cristianismo y, para ella, será un día muy especial al poder sentirse como nunca antes.
Llegar a la Iglesia de vuestro lado, vestida de Comunión y como si de una princesa de cuentos se tratase. Celebrar la Eucaristía junto con sus compañeros que ha consagrado en los últimos años de catequesis; y, finalmente, pasar el día rodeada de sus amigos y familiares.
¿Qué más se le puede pedir a su Primera Comunión? Solo que estéis a su lado para celebrarlo con mucho amor.